El regreso de Bowie a la palestra alternativa había quedado marcado en 1994 con el respetuoso homenaje de Nirvana a través de la MTV y la adaptación de Man Who Sold The World. Bowie promocionaba su último álbum "Outside" mientras volvía a un territorio que recordaba a su apreciado período "berlinés" para la gira "Dissonance" de 1995.