"Azkorri" une a Ricardo Lezón y a Jaime Arteche, "Jimmy Limousin", en un dúo fielmente bicéfalo. Las finas capas de electrónica de Jaime, como zumbidos lentos de melancolía o fogonazos de aire fresco, o también codas de fantasía, subrayan aún más si cabe, el perfil etéreo (pero contundente) de las composiciones confidenciales de Ricardo. Quizá el compuesto final trace una línea imaginaria que atraviese tan franca como difusa una conexión con Arab Strap, Tindersticks, Low, Lambchop, The Notwish, The Postal Service, Junior Boys u otras almas obcecadas en lo sublime vía alquimia del pop embrionario con el amparo de cierta tergiversia electrónica y sombría alcoba.
"Azkorri", decimos que se llama la desembocadura común de estos dos artistas salvajes en su penetrante sensibilidad ofreciendo canciones que brotan de esbozos acústicos, revestidos luego de sintetizadores, bajos, samplers y arreglos cuidadosos, más las baterías de Edu "McEnroe" Guzmán. Todo grabado de manera artesanal entre Getxo y Donosti, excepto esa gran y bendita sorpresa que es escuchar a la gran Anari en "Martxoko", traducida al euskera por ella misma junto a Peru Laskurain, y registrada en Bomborenea con Karlos Osinaga, "Txap", de Lisabo.
"Azkorri", decimos que se llama la desembocadura común de estos dos artistas salvajes en su penetrante sensibilidad ofreciendo canciones que brotan de esbozos acústicos, revestidos luego de sintetizadores, bajos, samplers y arreglos cuidadosos, más las baterías de Edu "McEnroe" Guzmán. Todo grabado de manera artesanal entre Getxo y Donosti, excepto esa gran y bendita sorpresa que es escuchar a la gran Anari en "Martxoko", traducida al euskera por ella misma junto a Peru Laskurain, y registrada en Bomborenea con Karlos Osinaga, "Txap", de Lisabo.