Cemënteri | Panorama en llamas

Con un primer álbum alucinante que nos pilló a todas por el corte en 2020 (Asma, corte, afonía y pisotón) y un maravilloso split con Santo Rostro al año siguiente, Cemënteri se han convertido en una de las mejores noticias musicales de los últimos tiempos. De hecho, aunque el grupo naciera con la mera intención de pasarlo bien, el paso del tiempo ha hecho que la banda formada por Carlos Arcos, Joan Lorenzo y los hermanos Alejandro y Guillermo Cebrián (El eje del mäl), se haya convertido en una máquina de facturar temas afilados, con bases rítmicas que conducen al baile desatado y cuyas sarcásticas y clarividentes letras -brutales- son ya marca de la casa. Canciones memorables, a las que ahora se suman los temas incluidos en este esperado segundo trabajo, titulado «Panorama en llamas». Un disco que fue concebido durante lo peor de la pandemia y que ha sido grabado en tan solo tres días con Marco Velasco (El Mirador) y mezclado por Santi García en Ultramarinos. En él, nos encontramos a la misma banda de siempre, con la intensidad y la contundencia de siempre, sí, pero ojo: ahora se encuentran en un lugar creativo nuevo. «Panorama en llamas» es una obra de rock mayor, un artefacto punk de articulación dosificada, cuya perspicacia y retorcida literalidad hila cada uno de los temas magistralmente, formando un corpus coherente que es capaz de hacernos reflexionar sobre la devastación cabalgante y la desolación que asoma. Proyectando, en fin y tal y como reza el propio título del álbum, un panorama -el nuestro- con las llamas por las rodillas… Así pues, desde la maravillosa portada de Hugo Alonso, hasta la última canción del disco, la banda de Alicante ha conseguido capturar la situación geopolítica actual, referir las consecuencias ecológicas del turbo-capitalismo en las que nos encontramos y responder desde una suerte de impugnación poética. Cemënteri han trascendido el lenguaje adquirido en su primera etapa (aunque «Dennis Rodman», «25 a 1» y «Otro ataque» sean ráfagas directas a la yugular), rubricando el suyo propio con valentía. Idiosincrasia patente en joyas como «Vacaciones en el frente», así como en nuevos ademanes formales que no solamente elevan temas como «Vietnam me mata», «Venimos de la nada» o «Constelaciones» al siguiente nivel, sino que hacen de «Panorama en llamas» un álbum necesario.