Este es un libro atípico. Sus textos abordan diferentes investigaciones que han aportado nuevo conocimiento musical y nuevas obras a partir de otras disciplinas más relacionadas con la ciencia experimental. También se profundiza en el hecho de que estas mismas investigaciones han servido para aumentar el conocimiento científico gracias a la mezcla con la música. Esto se hace desde disciplinas poco comunes, como la genética, la botánica o la física de partículas. Se tratan materias como las matemáticas, la percepción cerebral o la inteligencia artificial, donde las compositoras y compositores basan sus sistemas de creación en principios científicos. Todo esto se hace animando a la reflexión y la profundización, lo que le da al libro una pequeña dimensión filosófica y no solo se queda en una mera exposición de hechos.